Vanesa y Nacho.
En esta vida, nunca sabemos lo que nos va a suceder en un futuro. Constantemente nos suceden cosas buenas y cosas malas sin esperarlo y en el caso de Vanesa y Nacho son cosas que te cambian la vida para siempre.
¿Quién le iba a decir a Vanesa que iría a consum a hacer la compra y se traería de vuelta al amor de se vida?
¿Quién le iba a decir a Nacho, que una clienta “normal” un día “normal” se convertiría en la persona más ESPECIAL para él?
Así son los caprichos del destino y así a querido que fuese con nuestra pareja del hoy.
Después de conocer a Vanesa y Nacho en nuestro reportaje proboda, ya auguraba un reportaje de bodas de lo más emotivo.
A primera hora de la mañana, como hacemos habitualmente, mi compañero Juan Antonio, empezaba en casa de los padres de Nacho al mismo tiempo que yo acudía a casa de Vanesa para después acudir todos juntos a Masía de Olivar, donde ya se celebró el resto del evento.
Una ceremonia realmente emotiva donde no nos faltó de nada, un pequeño reportaje de pareja por los hermosos jardines de la masía y finalmente el banquete para celebrar, ahora ya como recién casados, este acto con toda la familia y amigos.
Boda en Masía del Olivar.
En Masía del Olivar también nos llevamos un grato recuerdo.
La masía cuenta con un entorno idílico y una iluminación nocturna espectacular que le aportan a las fotografías un ambiente de lo más romántico.
Se nota cuando un lugar trabaja pensando en el bienestar de sus parejas y apuestan por ofrecer un servicio cercano, personal y de gran calidad humana.
El trato que tuvieron tanto con nosotros como con el resto de personas que trabajamos allí ese día fue intachable, cosa que se agradece enormemente en los tiempos que corren, así que desde aquí quiero mostrarles toda mi gratitud en este sentido.
